El burro y las abejas
Viniendo un burro trotando
sobre el fangoso terreno
resbaló y cayó de lleno
muy cerquita de un panal,
la nariz casi rozando
la encantadora colmena
con cientos de abejas llena
en arduo afán laboral.
Perplejo quedó observando
aquella tribu excelente
en donde ordenadamente
todos cumplen su función.
Salen y vuelven trayendo
al arca de sus panales
el néctar de los rosales
en una y otra ocasión.
Y se dijo que aquello era
un rico lugar de ensueños
donde unos seres pequeños
hermoso ejemplo nos dan
trabajando todos juntos
en muy completa armonía
zumbando con alegría
en cumplimiento de un plan.
El vivo y alegre enjambre
de alegrísimas obreras
que laboran cual si fuera
dulce placer trabajar,
y si viniera el granjero
con golpes y humillaciones
ahí tienen sus aguijones
para hacerse respetar.
Ah, mundo, pensaba el burro,
si el granjero un día viniera
tal vez viendo aquí aprendiera
cómo producir mejor,
aprendería el muy malera
que la base del secreto
es que trate con respeto
a todo trabajador.
= = = 0 = = =
Gracias por sus amables lecturas
Texto e imagen de Tomás Jurado Zabala