DIARIO DE UN GENIO

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DIARIO DE UN GENIO

     Lunes 1. Mal comienzo el mes y la semana. Me he levantado a las diez de la mañana y me he asomado a la ventana. ¡Qué asco! Todo sigue ahí, en la misma posición: la tierra girando como una estúpida en una sola órbita; el sol haciendo lo mismo que ha hecho durante millones de años; la brisa soplando como una tonta, la naturaleza tan llena de cositas inútiles... Un día de estos, cuando me desocupe un poco, me levantaré algo más temprano y pondré orden en todo este caos universal.

     Martes 2. ¡Qué cosa! El vicio y la filosofía, tan diferentes el uno del otro, son hermanos, puesto que ambos son hijos del ocio.

     Miércoles 3. Póngase usted a observar bien y se dará cuenta que las palabras vivir y agonizar, pobre y rico, son antónimos por partida doble: El rico vive, el pobre agoniza.

     Jueves 4. Yo, que tengo la capacidad de entenderlo todo, no alcanzo a entender algunas expresiones del lenguaje imperfecto del hombre. ¿Qué es eso de “tiro de gracia”? ¿Es que puede tener, acaso, alguna gracia que le tiren a uno un tiro? Eso, aseguro yo, no le hace gracia ni al que tira el tiro, ni al que se entera que tiran el tiro y, mucho menos, al infeliz que le tiran el tiro.

     Viernes 5. Mi novia, que es médica, me ha dicho que el mejor remedio contra la soledad es el matrimonio. No sé de dónde ha sacado ella la absurda idea de que yo estoy enfermo de soledad.

     Sábado 6. Cuando la gente me pregunta qué hacen los genios, me quedo callado. ¿Cómo hacerles entender que solo hacemos genialidades?

Domingo 7. Y qué broma con el idioma. ¿Cómo entender que “cagatintas” está referido a un despreciativo de empleado y no a otra cosa?
Tampoco “círculo vicioso” tiene nada que ver con lo que este par de palabritas sugieren de entrada.

     Lunes 8. Ah, las cosas que enseña la experiencia. Esta mañana me he pinchado un dedo zurciendo un calcetín. Pienso que eso es lo único malo de ser genio. La eterna soltería, porque genias no existen.

     Martes 9. Hoy estoy aburrido como una ostra. Me puse a leer un libro que me enseñó a economizar el tiempo y ahora no sé qué hacer con tantas horas libres.

     Miércoles 10. Mi novia me ha vuelto a insistir para que nos casemos. Le he dicho que necesito tiempo para pensarlo. La verdad es que estoy indeciso entre gastar mis ahorros en un matrimonio o comprarme un carro bien bonito.

     Jueves 11. Al comenzar este nuevo día, he tomado un buen café y luego he leído el periódico. Es innegable que la humanidad ha progresado. Me sorprende ver que existen tantas cosas buenas que no las he hecho yo.

     Viernes 12. Hoy es el día de mi cumpleaños. He comprado un hermoso ramo de flores para felicitar a mi madre.

     Sábado 13. Esta tarde me he puesto a cavilar sobre la reencarnación. Y cavila que te cavila he llegado al convencimiento de que si me decidiera a reencarnar, me conformaría con volver a ser lo mismo que soy: genio.

     Domingo 14. No me ha sido difícil observar que la gente vulgar se enreda en la misma madeja de su ignorancia. Yo no. Cuando quiero ir volando como un avión, por ejemplo, no hago más que subirme al avión.

Lunes 15. “Dame una palanca y un punto de apoyo y moveré la tierra”. ¡Bah! ¡Una solemne babiecada! Denme a mí una palanca ministerial y no solo la tierra les muevo, sino todo lo que anda encima de ella.

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Imagen y texto de Tomás Jurado Zabala
Gracias por sus amables lecturas

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