Lluvia en la tarde.
Cae la lluvia. La tarde se moja
y mi pecho también siente agua fría
que al recuerdo más bello así me arroja
de la tierna, y lejana infancia mía.
Aunque seca lo húmedo a la hoja
revive en su tan gris melancolía
que apenas la nostalgia la despoja
en una imperturbable melodía.
Bajo el árbol la opción hay de cobijo,
y ya tengo en la mente algo muy fijo
que de mí no se aleja año tras año.
Corro a la casa de forma instintiva
y con la emoción vieja, alegre y viva
decido darme un delicioso baño.