“Conócete, cultívate y sé fiel a ti mismo”. (Parte I)

El gran poeta inglés William Shakespeare una vez escribió la frase que engalana el título de este post, una frase que nos llama a la reflexión y a la acción:

Conócete, cultívate y sé fiel a ti mismo”.

En esta serie de tres post compartiré contigo mi opinión sobre esta máxima. En esta primera parte desarrollaré el tema del autoconocimiento, algo que ya pensadores y filósofos nos lo han enseñado a lo largo de la historia de la humanidad.

“Conócete a ti mismo”.

La famosa inscripción en el pronaos (parte delantera) del templo de Apolo en Delfos, Grecia (y también en la puerta de la cocina del Oráculo en “The Matrix”). Una invitación más que interesante porque desde niños los mayores siempre buscan que conozcamos el mundo exterior, que sepamos sobre ciencias, artes, oficios y demás, pero pocos son los que nos incentivan a conocer nuestro mundo interno, pensamientos, emociones y hasta nuestro cuerpo y cómo reacciona ante lo que le rodea y lo que ocurre dentro de nuestra mente y emociones Para conocernos hay que meditar, autoanalizarnos, hacer una lista de nuestros defectos y nuestras virtudes. Indagar dentro de nosotros, entendernos, juzgarnos correctamente. Libros, videos, ejercicios de coaching, psicoterapias y otras herramientas y técnicas pueden ayudarnos a saber más sobre nosotros mismos. Saber porqué actuamos o reaccionamos de ciertas maneras, detallar cada recoveco de nuestro carácter y personalidad. No es un trabajo fácil, pero sí fascinante y necesario, así nos lo recuerda otra inscripción en una de las salas del mismo templo:

“Te advierto, quienquiera que fueres tú, que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros. Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses”.


conocete, cultivate, se fiel a ti mismo_gsbilbao.png


¿Algo más que agregar a semejantes palabras? No lo creo. Y es más, pudiera terminar con eso, resaltando el hecho que si logramos conocernos y encontramos en nosotros eso que buscamos, no tendremos que buscarlo afuera, ni ser o actuar de otra manera. Que si alcanzamos saber y ser conscientes de nuestras propias excelencias, ¿por qué habríamos de imitar a otros o apropiarnos de de prácticas ajenas que no coinciden con esas excelencias que hay dentro de cada uno?

No tenemos que ir tan lejos en el tiempo y la distancia para encontrar frases o reflexiones valiosas. El gran locutor venezolano Renny Otolina nos dejó estas palabras para pensar. En uno de sus programas de televisión, comentando sobre unos niños que viajaban por el país, expresó lo siguiente

"¿Cómo se va a amar al país si no se le respeta? ¿Y cómo se le va a respetar si no se le admira? ¿Y cómo se le va a admirar si no se le conoce?

Él se refería al país, pero me gustaría aplicarlo a la vida personal. ¿Cómo me puedo amar si no me respeto? ¿Cómo me puedo respetar si no me admiro? ¿cómo puedo admirarme si no me conozco?

Nos leemos en el próximo post.

Gracias por leerme y comentar.


Original e inédito: G. S. Bilbao


H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
3 Comments
Ecency