“Son tan asombrosas las cosas que pasa en mi llano, que a veces se cuentan y no se creen.”
Doña Marta llegó al hospital central de la ciudad, presentando un abundante sangramiento que ponía en riesgo su vida por lo rápido que bajaba su hemoglobina. Todo había sido repentino estando sola en su casa en el campo a 40 minutos de distancia de donde vivían sus hijos.
Aterrada y alarmada con su voz temblorosa, tomó el teléfono y llamó a unos de sus muchachos.
-Wilber, estoy bañada en sangre y creo que me voy a desmayar ¡ven rápido por mí!, fueron las únicas palabras que pudo decir antes de que se cayera la comunicación.
En menos de una hora estaba ingresando al hospital central. La entrada estaba oscura, sucia y hedionda a orines; no había silla de ruedas ni camillas. La recibió un médico joven, simpático, aunque portaba una bata ensangrentada y sucia, su cabello estaba desaliñado y sus ojos medio desorbitados; pero supongo que así están los médicos de guardia a altas horas de la noche. Se acercó a ella, le tomó el pulso, revisó sus pupilas y las encías, palpó su abdomen y puso cara de asombro. Se veía que sabía lo que estaba haciendo.
-Traigan a la sexagenaria hacia esta sala que inmediatamente será atendida para detener esa hemorragia digestiva baja, dijo el galeno con voz firme y segura.
-Gracias doctor, Dios me lo bendiga y ampare, logró balbucear Marta mientras el médico desaparecía entre pacientes y familiares aglomerados en los alrededores.
Los hijos obedientes llevaron a su madre hacia la sala de emergencias que le había señalado el joven doctor, donde la atendieron oportunamente y pararon el sangrado, sacándola de peligro. Pero, al médico que las recibió no lo vieron más.
Dos días después, cuando la dieron de alta, volvieron a ver al peculiar doctor con la misma vestimenta atendiendo a otro caso. Pero esta vez, dos policías se abalanzaron sobre el muchacho, quien se les escapó de las manos al salir en carrera de las instalaciones del hospital, entre risas y burlas.
Este desgraciado loco va a venir matando a un paciente un día de estos, haciéndose pasar por médico.
veac240921
CONCURSO DE LITERATURA "LA ABEJA OBRERA": HOMENAJE A MIGUEL DE CERVANTES
... escritura de relatos breves... tendrá como homenajeado a Miguel de Cervantes.