Camila reinicio las clases de tango, una semana después de haber despedido a su hija que se había marchado al extranjero, por primera vez en muchos años tenía tiempo disponible para ella, ya no tenía a nadie a quien cuidar, vigilar y controlar, simplemente estaba sola.
Entonces, Camila busco ocupar su tiempo en actividades que le gustaba hacer, entre estas bailar tango, lo había dejado por infinidades de cosas algunas reales, otras que sonaban a excusas pero esta vez estaba decidida a concursar en el baile anual de tango que realizaban en la ciudad.
Las clases eran dos veces por semana, la instructora de baile siempre les recordaba que si sabían caminar también podían bailar, así de sencillo, esta frase motivaban a Camila a dar lo mejor de sí a pesar de no tener pareja fija de baile, la mayoría de los participantes llevaban a su acompañante, sin embargo, para ella esto no significa un obstáculo, sabía que tarde o temprano conseguiría su pareja de baile.
Cuando ya llevaba un mes en la clase de tango, apareció Roberto un hombre grande y fornido, poco atractivo, pero amable y cordial, la instructora de baile le dijo a Camila que ese día él sería su pareja de baile para ver qué tal se compenetraban ya que para el tango eso es muy importante.
Desde el primer instante que se conocieron hubo un clic entre los dos, aunque Camila lo trato de disimular ya que pensó que era muy mayor para ese hombre, dieron sus primeros pasos para comenzar a bailar, siendo él quien inició el baile, ella lo siguió con mucha soltura, los movimientos siguientes fueron realizados con elegancia y sensualidad aspectos muy característico en el tango.
Camila se sintió muy emocionada por fin había conseguido su pareja ideal para bailar, inmediatamente que se enteró de la buena noticia que Roberto sería su pareja de baile, ella le comunico su meta de bailar en el concurso anual de tango, para ello tenían que ensayar mucho si querían realizar un buen papel durante este evento.
Fueron muchos días de ensayos y prácticas en casa de Camila, la relación entre Roberto y ella se fue estrechando, había tanta química entre los dos que aquel romance surgió naturalmente entre la mujer entrada en los sesenta y el un hombre de cuarenta y tantos años, la edad nunca fue un problema para él, sin embargo, para Camila significaba ir contra las reglas que había crecido, ese hombre podía ser su hijo, no obstante, se arriesgó a volver sentirse acariciada, a ser besada con pasión, a dejar salir todo ese deseo reprimido por años que llevaba dentro de sí.
Camila se sentía viva nuevamente disfrutaba del baile y del buen sexo, que antes no se permitió, era un renacer para ella, un dejar que las cosas pasarán sin tanto apuro, sin tanto control, solo vivir el momento así como se presentaba.
Todo iba muy bien entre los amantes bailarines hasta que unos días antes del concurso Roberto le comunicó a Camila que pronto tenía que viajar, le habían conseguido una cita para la visa y él quería irse del país, en ese momento ella supo que era el fin, algo muy dentro de lo confirmaba, la mujer no sabía cómo explicar aquella sensación.
En los días subsiguientes, Camila decidió vivir un día a la vez, dejo de ponerle expectativas al futuro, entonces se enfocó en bailar. Cuando llego el día del concurso la pareja estuvo excepcional, se manejaron muy bien en la pista de baile hasta llegaron a ganar el tercer lugar, la pareja estaba feliz ya que nunca se imaginaron llegar a ganar ninguna posición, que gran final.
La tristeza invadió por un tiempo la vida de Camila, Roberto se había marchado del país, ella se sumergió en su despecho hasta que un día dijo hasta aquí no más. El tango continuo siendo el protagonista en la vida de Camila, luego de un año de ausencia su pareja de baile volvió, ella lo miro a los ojos y él dijo he regresado, si quieres volvemos a bailar, la mujer contestó y porque no.
Camila restarted her tango lessons, a week after having said goodbye to her daughter who had gone abroad, for the first time in many years she had time for herself, she no longer had anyone to take care of, watch over and control, she was simply alone.
So, Camila tried to occupy her time in activities that she liked to do, among these, tango dancing, she had given it up for an infinite number of things, some real, others that sounded like excuses, but this time she was determined to compete in the annual tango dance that took place in the city.
The classes were twice a week, the dance instructor always reminded them that if they knew how to walk they could also dance, that simple, this phrase motivated Camila to give her best despite not having a fixed dance partner, most of the participants took their companion, however, for her this did not mean an obstacle, she knew that sooner or later she would get her dance partner.
When she had already been in the tango class for a month, Roberto appeared, a big and strong man, not very attractive, but friendly and cordial, the dance instructor told Camila that that day he would be her dance partner to see how well they got along, since for tango that is very important.
From the first moment they met there was a click between the two, although Camila tried to hide it since she thought she was too old for that man, they took their first steps to start dancing, being him who initiated the dance, she followed him with much ease, the following movements were made with elegance and sensuality, very characteristic aspects in tango.
Camila felt very excited to finally have her ideal partner to dance with, as soon as she heard the good news that Roberto would be her dance partner, she told him her goal of dancing in the annual tango contest, for this they had to rehearse a lot if they wanted to perform well during this event.
There were many days of rehearsals and practices at Camila's house, the relationship between Roberto and her grew closer, there was so much chemistry between the two that the romance arose naturally between the woman in her sixties and a man in his forties, age was never a problem for him, however, for Camila it meant going against the rules she had grown up with, that man could be her son, however, she risked to feel caressed again, to be kissed with passion, to let out all that desire repressed for years that she had inside her.
Camila felt alive again, she enjoyed the dance and the good sex, which she had not allowed herself before, it was a rebirth for her, letting things happen without so much haste, without so much control, just living the moment as it came.
Everything was going very well between the dancing lovers until a few days before the contest Roberto told Camila that soon he had to travel, he had an appointment for the visa and he wanted to leave the country, at that moment she knew it was the end, something deep inside her confirmed it, the woman did not know how to explain that feeling.
In the following days, Camila decided to live one day at a time, she stopped looking forward to the future, so she focused on dancing. When the day of the contest arrived, the couple was exceptional, they managed very well on the dance floor and even won the third place, the couple was happy because they never imagined they would win any position, what a great final.
Sadness invaded Camila's life for a while, Roberto had left the country, she was immersed in her grief until one day she said no more. The tango continued to be the protagonist in Camila's life, after a year of absence her dance partner returned, she looked him in the eyes and he said I'm back, if you want to dance again, the woman answered and why not.
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Translated with www.DeepL.com (free version)
Esta es mi entrada al concurso de la Abeja Obrera en su 5ta edición si deseas participar aquí dejo link