— Sabes que tenemos que hacerlo —dice David.. — Lo sé —responde Mario.. — Ahora, cálmate, sentémonos un rato y repasemos el plan —expresa David. — Está bien —dice Mario, con la voz quebrada. Durante unos segundos un silencio incómodo se instala en la conversación de los dos jóvenes... — David, no es que sea un cobarde, pero ¿es necesario que lo hagamos? — Claro que sí, es lo que siempre hemos querido, ¿olvidas lo que prometimos hace un año, tonto? — No es eso, me pregunto si vale la pena todo lo que vamos a hacer. Deberíamos esperar un poco, quizás todo mejore y... — ¡Cállate ya! nada va a mejorar. ¿Por qué tantas dudas ahora Mario? — No sé, me temo que soy un cobarde después de todo. — Vamos, dame un abrazo hombre, relájate. —¿Crees que no tengo miedo? Pero, es ahora o nunca tenemos que arriesgarnos hombre. Recuerda esa frase de tu cantante favorito "el que tenga miedo a morir que no nazcas" — Bueno, supongo que debería relajarme un poco y arriesgarme David. Pero, anoche me quedé pensando en lo que dijo mi novia y no estoy tan seguro de lo que te propuse aquella vez. — ¿Qué coño dijo ella? —pregunta David, molesto. — Que está esperando un hijo mío, Fabiola está embarazada, voy a ser padre. — ¡Rayos! Oye Mario, mírame a los ojos, ¿te estás escuchando, hermanito? Ahora no puedes echarte atrás, después de todo lo que hemos hecho para conseguir esto. Además, un niño genera más gastos, no va a vivir sólo de amor, necesita leche y pañales, etc. Aquí no vives, sobrevives. — Tienes razón David, mi hijo merece algo mejor de lo que puedo ofrecerle ahora, no es justo que me cierre a las posibilidades que yo mismo planteé hace un año, cuando te pedí que hiciéramos la promesa frente a la lápida de los tíos. Prometemos forjar un mejor futuro lejos de aquí. — ¿Te das cuenta, entonces seguimos adelante con el plan, Mario? — Definitivamente sí, revisemos que todo esté en orden para que nada se nos complique. — Así se habla hombre, mañana a esta hora hermano estaremos en camino a un mejor futuro, lejos de este país donde las oportunidades se han esfumado. — Si David, esta vez nos toca a nosotros emigrar como lo han hecho millones de venezolanos, dejar todo aquí y partir en busca de una mejor calidad de vida. Tiene que funcionar hermano