Ser orador y hacer oratoria parece que fueran lo mismo, algunos lo entendemos como sinónimos, pero no es así, son complementarios en su naturaleza y diferentes en su praxis.
El ser orador es descubrirse artista de la palabra hablada, comprender su poder e influencia, su magia y belleza, valorando al individuo, haciéndonos cercanos con la persona, es actuar desde lo intencional, conectar con nuestro corazón, llenándonos del otro, dándonos en la coherencia de sabernos servidores, sin la búsqueda de reconocimiento público.
En cambio, hacer oratoria es la intencionalidad de vivir del arte, es actuar en automático, mirando sin observar, oyendo sin escuchar y en muchos casos hablando por hablar, porque el hacer oratoria se caracteriza por no parar, llenándonos de agotamiento y cansancio en busca de reconocimiento: aplausos, fama, giras o dinero que no son malos en sí mismas, pero que al ser el norte nos desdibujan, esclavizándonos.
Ahora bien, ser y hacer pueden y deben convivir, son uno consecuencia del otro, complementariedad dirían los maestros: el arco y la flecha, es la forma que nos ayuda a no perder el fondo.
Sin embargo, lograrlo exige compromiso, porque hacer oratoria es posible para vivir, pero no desde una perspectiva mecanicista, sino desde un enfoque integral, donde el ser nutra cada paso, impregne cada pensamiento y fortalezca cada iniciativa.
Para concluir, hagamos oratoria siendo oradores lo que nos redundará en una espiral de satisfacción y felicidad que no se ahogará por falta de aplausos, ni resplandecerá por exceso de ellos.
Doing public speaking vs being a speaker
Being a speaker and speaking seems to be the same, some of us understand it as synonyms, but they are not, they are complementary in nature and different in practice.
Being a speaker is discovering oneself an artist of the spoken word, understanding its power and influence, its magic and beauty, valuing the individual, making ourselves close to the person, it is acting from the intentional, connecting with our heart, filling ourselves with the other , giving us the coherence of knowing ourselves servants, without seeking public recognition.
On the other hand, speaking is the intention of living from art, it is acting automatically, looking without observing, hearing without listening and in many cases speaking for the sake of speaking, because oratory is characterized by not stopping, filling us with exhaustion and fatigue in search of recognition: applause, fame, tours or money that are not bad in themselves, but that being the north they blur us, enslaving us.
Now, being and doing can and must coexist, they are a consequence of the other, complementarity the teachers would say: the bow and the arrow, is the way that helps us not to lose the background.
However, achieving it requires commitment, because speaking is possible to live, but not from a mechanistic perspective, but from a comprehensive approach, where being nurtures each step, permeates each thought and strengthens each initiative.
To conclude, let's do oratory being orators which will result in a spiral of satisfaction and happiness that will not be drowned by lack of applause, nor will it shine because of excess of them.
Imágenes propias tomadas con mi Iphone 6S y editadas en PSD