Si contara con los dedos de mis manos las veces que me he anticipado a muchas situaciones… creo que me quedaría sin dedos. Es algo muy común preocuparnos por temas del futuro, por cosas que generalmente no están bajo nuestro dominio. En mi experiencia, ser una persona nerviosa me hizo paralizarme y no saber cómo actuar cuando debo enfrentar alguna situación, no importa si esta era muy grave o no… con el tiempo he madurado y he aceptado que estas cosas no me sucedan tan constantemente, y te animo a ti a seguir leyendo, quizá mi reflexión te ayude.
La preocupación es como una nube densa que se cierne sobre nosotros y nos hace sobrepensar la situación, le damos y le damos vueltas al asunto, nos obsesionamos prácticamente con ese problema al punto de sentirnos mal por no hallar una solución.
La preocupación es buena cuando nos anticipamos a ciertos eventos, como repasar para antes de un examen, pensar antes de hablar, no votar basura en la calle, entre otros; de lo contrario, creo que no vale la pena preocuparse por cosas que no se pueden controlar como por posibles desastres naturales, algunas enfermedades o incluso lo que puedan pensar de nosotros; estas cosas al final nos roba energías, nos hace sentir desanimados, infelices e inútiles.
En casos extremos la preocupación nos genera ansiedad, nuestra imaginación emprende marcha a un lugar totalmente alejado de nuestro presente, remplazando la realidad por situaciones que presumen ser malas. No es nada agradable vivir con incertidumbre y angustia, es agotador, prácticamente estás perdiendo tiempo valioso que podrías usar para hacer cosas que te sean de provecho en el día.
A veces es inevitable dejar que nuestra mente divague y que cree escenas de novelas dramáticas, pero algunas de las cosas que tenemos que preguntarnos antes de seguir mortificándonos y desestabilizando nuestra paz es: ¿acaso hay en mis manos alguna solución? ¿vale la pena pensar en este problema? Si la respuesta para alguna de estas preguntas es no, entonces trabaja en no pensar más en ello.
Si bien es cierto que no podemos tener el control de todo lo que nos rodea, hay algo sobre lo que sí podemos tener control, y es de nosotros mismos. Una vez alguien me dijo que si controlas tu mente, controlas tu cuerpo, y en este punto creo que tiene mucha razón. Así que te animo a no ser más esclavo de tus miedos, no te preocupes por cosas que no están en tu poder y trata de mantener el equilibro entre la realidad y la preocupación, no querrás que esta última te devore y con ello pierdas toda tu confianza y seguridad; tú decides como quieres vivir, conoce tus miedos e inseguridades y no permitas que te afecten, vive tus dia a dia de la manera más relajada posible.
Cuando siento que pierdo el rumbo me gusta ordenar cosas: limpio mi cuarto, ordeno mi ropa, me doy un baño… son acciones pequeñas pero que me generan tranquilidad y me permiten seguir adelante, así que quizá también te puedan ayudar a ti. Una de las mejores muestras de amor hacia nosotros mismos es dedicarnos tiempo, autoconocernos y entender el porqué de nuestras emociones a la vez que nos dedicamos tiempo para hacer actividades relajantes como salir a caminar un rato, hacer ejercicio, escuchar música, leer, ¿y por qué no? incluso dormir.
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Espero que hayas disfrutado este post, nos vemos.😄
Los dibujos son de mi propiedad. Puedes ver más de mis trabajos de arte en mi Instagram @nicsart.ofc
If I were to count on the fingers of my hands the number of times I have anticipated many situations... I think I would run out of fingers. It is a very common thing to worry about the future, about things that are generally not under our control. In my experience, being a nervous person made me paralyzed and not knowing how to act when I have to face some situation, no matter if it was very serious or not... with time I have matured and I have accepted that these things do not happen to me so constantly, and I encourage you to keep reading, maybe my reflection will help you.
Worry is like a dense cloud that hovers over us and makes us overthink the situation, we give it and give it turns to the issue, we practically obsessed with that problem to the point of feeling bad for not finding a solution.
Worrying is good when we anticipate certain events, such as reviewing for an exam, thinking before speaking, not voting garbage in the street, among others; otherwise, I think it is not worth worrying about things that can not be controlled as possible natural disasters, some diseases or even what they may think of us; these things ultimately robs us of energy, makes us feel discouraged, unhappy and useless.
In extreme cases the worry generates anxiety, our imagination goes to a place totally far away from our present, replacing the reality by situations that are presumed to be bad. It is not at all pleasant to live with uncertainty and anguish, it is exhausting, you are practically losing valuable time that you could use to do things that are of benefit to you in the day.
Sometimes it is inevitable to let our mind wander and create scenes from dramatic novels, but some of the things we have to ask ourselves before we continue to mortify ourselves and destabilize our peace is: is there a solution in my hands? is it worth thinking about this problem? If the answer to any of these questions is no, then work on not thinking about it anymore.
While it is true that we cannot be in control of everything around us, there is one thing we can have control over, and that is ourselves. Someone once told me that if you control your mind, you control your body, and on this point I think he is quite right. So I encourage you not to be a slave of your fears, do not worry about things that are not in your power and try to keep the balance between reality and worry, you do not want the latter to devour you and thus lose all your confidence and security; you decide how you want to live, know your fears and insecurities and do not let them affect you, live your day to day as relaxed as possible.
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When I feel like I'm losing my way I like to tidy things up: I clean my room, I tidy my clothes, I take a bath... they are small actions but they give me peace of mind and allow me to move forward, so maybe they can help you too. One of the best signs of love towards ourselves is to dedicate time to ourselves, to know ourselves and understand the reason of our emotions while we dedicate time to do relaxing activities such as going for a walk, exercising, listening to music, reading, and why not? even sleeping.
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The drawings are my property. You can see more of my artwork on my Instagram @nicsart.ofc