Hola chamos de Hive (chamos en Venezuela es como jóvenes pero de manera informal). Les comparto una palabras y un dibujo mio, uno no tiene que ver con el otro, pero ambas son cosas que me gustan. Si están o no están de acuerdo, o quieren aportar sobre lo que reflexiono, hablemos en los comentarios. Saludos, Hivers.
Las mentalidades optimistas y las mentalidades místicas tienen similitud externa, pero en el fondo son mucho más contradictorias de lo que el prejuicio establece, el pesimismo no es realismo, es una mística negativa, donde todo tiene explicación en el destino macabro del mundo.
Ser optimista implica observar la realidad y liberarla de los prejuicios, ningún optimista va a pensar que los muertos resucitan, o que el universo conspira. Si confía que su esfuerzo cuenta, que las acciones tienen resultados y que meterle el corazón a las cosas las cambia.
Pero entiende, resignarse ante lo imposible también es una actitud optimista, la resignación como vehículo a trascender lo irreversible, el fracaso es fracaso, y eso no cambia como hecho objetivo, no es el universo dejándote algo mejor, pero no es la muerte y no es el fin.
Para mi, una persona optimista es una persona saludable, que es capaz de valorar las situaciones de la vida sin necesidad de mistificarlas (justificándolas con una voluntad sombría del universo como los pesimistas o haciéndolo ver como un regalo divino cada cosa que pasa).
No puedes ser optimista si no tomas en cuenta los elementos negativos de la vida, porque como el valor frente al miedo, solo tiene sentido cuando una cosa se oponen a la otra.
Me gusta pensar en un optimista no un hombre de la luna, esos son los soñadores, que vaya que son buenos y necesarios en los días en que la vida es muy dura, y no hay resquicio de la realidad que nos deje respirar, pero que a ciencia cierta no ofrecen ninguna solución sino un adormecimiento del espíritu y la razón para no enfrentarse a la vida.
Cada vez que pasa algo bueno el místico agradecerá, verá belleza en esto y eso es muy válido, en contraste el pesimista imperturbablemente escéptico dirá que es una ilusión y en eso prefiere no sentir nada, porque para él lo único real es horror. Para optimista en cambio comprende que esta en la cúspide y lo valora, trata de proyectar esta luz hacia lo incierto, no porque sea pesimista sino porque uno nunca sabe y es mejor estar preparado.
Ahora bien, la gran distancia entre el realismo y optimismo, aun cuando se parezcan tanto es que realismo es una pragmática muerta, se limita a interpretar las cosas que pasan e ir reaccionado a ello en un proporción que le parezca adecuada, el optimista tiene sueños, como el soñador, pero a diferencia de este no separa la mirada del horizonte en donde le es visible el sendero y los cielos por igual.
