Fuente
no por eso está todo perdido,
mi abuelo de corazón enternecido,
y mi madre, que siento en mi latido .
Se lo disputo al tiempo y al olvido.
Todo ese vacío me ha generado
una fuerza interior por lo vivido.
como la juventud que me padece,
igual a la esperanza que florece,
…el amigo que desaparece.
Se ha ido a la zona del silencio,
la música, las letras no presencio
su antigua compañía ha desolado.
su recuerdo vital me enternece.
Ha creado en mí la convicción
de levantarme siempre a la acción.
unos seres y gestos contundentes.
Es la fe con vista al azul horizonte
todo lo que la vida me confronte.
A esos seres amados y apreciados que la pandemia se llevó, en algunos casos familias enteras, dejando la impotencia de la desolación y al mismo tiempo la esperanza sólida de seguir y continuar hacia lo mejor .