Fuente
Saludo a todos los integrantes de esta activa plataforma de Hive.blog. Dios les bendiga.
Hoy voy a compartir con ustedes un mensaje basado en Ex.1: 20,21 " Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias."
Dios es justo y recompensa a todo aquel que obedece su voluntad. Estas mujeres que menciona la Palabra, Séfora y Fúa, recibieron su recompensa por haber servido a Dios. Fueron favorecidas POR DIOS.
Dios prosperó sus familias.
Dios nos va a recompensar si somos obedientes y fieles a El (Tito 1-2) "...en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos..."
Nuestra recompensa es grande y debemos tener confianza (Hebreos 10:35) "No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón"
Para no perderla debemos poner nuestra mirada en el premio (Hebreos 11: 24-26) "Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón".
Hagamos como Moisés y pongamos la mirada en el premio y no en el hombre.
Imitemos a estas mujeres. Dos mujeres ejemplares que, aunque no eran del pueblo de Dios, temieron más a Dios que al Faraón.
¿Nosotros a quién estamos temiendo más? ¿A Dios o a los hombres?
Ellas, por su obediencia, fueron recompensadas. Así nosotros también seremos recompensados por Dios si le obedecemos y somos fieles.
Ellas hicieron lo que estaba en sus manos. Nosotros... ¿Qué estamos haciendo?
Hasta acá esta breve reflexión bíblica que estoy segura será de bendición. Hata el próximo post.
