A veces queremos que las cosas salgan a nuestra manera, le decimos a Dios o queremos ayudarlo, las escrituras demuestran que solo el sabe lo que es mejor para nosotros, entonces no es a nuestra manera sino a la manera que sea beneficioso para la vida y crecimiento y eso solo lo sabe nuestro padre.
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Hay claros ejemplos en la biblia de personas que quisieron hacer las cosas a su manera y le costó sufrimientos y años de espera de pruebas y de procesos, está el caso de Abraham que el señor le dió la promesa de un hijo, pero él y su esposa Sara quisieron hacer sus cosas a su manera y Abraham tuvo un hijo con una esclava, el cual no era el hijo de la promesa, esa acción le trajo muchos inconvenientes.
Otro caso fue el de Naaman , el tenía lepra quería ser curado pero cuando Dios le dice que se sumerga en el Jordan a el le pareció poca cosa, pero no es las cosas que vemos es que debemos obedecer a Dios porque el sabe lo que tenemos en el corazón y lo que necesitamos.
No seamos sabio en nuestra propia opinión y no tengamos por poco las palabras del señor cuando nos indica hacer algo.