Estoy emocionada por saber que cada día nacen propuestas dónde nos permitan explorar y compartir esas experiencias con todos ustedes los que nos leen. El tema de las emociones y relaciones familiares es muy importante en mi vida, así que si me permiten, en esta ocasión les traigo una publicación basada en mi época favorita del año:

Es que el carnaval es como yo: no es porque yo sea un disfraz andante sino que es alegría, diversión, colorida, el carnaval es ¡Felicidad!

Pero está pasión, no la tengo yo sola en mi casa, porque que aburrido mojarme yo con yo; en mi casa, mis sobrinos, también ¡Les encanta el carnaval! O bueno, les encantaba,porque ya crecen y comienzan: "que eso es de niños", "que pena", "ya no estoy para eso"... Entonces, yo me quedó con esos momentos cuando el carnaval era todo un ritual de alegría en mi hogar y que ahora, quiero compartirlos con ustedes.

En mi hogar somos bailadores y nos encanta la fiesta, así que ligado con el carnaval, esas son las canciones impelables en nuestro radio. He visto niños que les molestan los trajes, sienten calor, lloran, van con gripe y aquellos catarros borrando el maquillaje, en fin, tantas historias de dolor, que ni para que contar en carnaval. Pero estos niños no, estos niños si que gozan el carnaval.

Ellos son hermanitos. Por ser dos, siempre los trajes y todos los obsequios tienen que ser dobles. Además, por ser niño y niña, entonces no se podían reciclar los trajes. Cómo carnaval siempre queda cercano de la navidad y los gastos eran varios, entonces para conseguir sus trajes se tenía que recurrir a otro recursos como pedirlos prestados, o inventar con lo que había.

Esto generaba que como mi Gabo era gordito y mi Fifi bien flaquita, los trajes siempre quedaban pequeños o grandes; y como dice un dicho " a caballo regalado no se le veía el colmillo" se debían conformar con lo que tenían. Ellos en su inocencia eran tan pero tan felices, que poco les importaba de donde provenían sus trajes. Las sonrisas que se dibujaban en sus rostros nos demostraba que no somos felices por lo que tenemos, sino por lo que valemos y ellos valen la alegría de mi vida.

Maggy era otro estilo; a ella le encantaban trajes que uno decía: ¿más o menos? tenemos princesa o girasol y ella: no yo quiero mariachi... Entonces, todos a correr a buscar el traje ja,ja,ja...

También disfrutaba el carnaval, pintarse, compartir y presumir sus trajes. Ella se metía en los personajes y hasta cantaba. Siempre un espectaculo verla.

A ella si le encanta el carnaval (hasta ahora). Todo lo que tenga que ver con maquillaje, escarcha, tacones, trajes ¡Llámala! Un día la eligieron reina de su sector donde vive y me hizo quedarme en carnaval (ya que yo iba a otro sitio) para su coronación.

Sambas, sonrisas y hasta un discurso con 3 o 4 años de edad se practicó para ese evento. Bailo hasta más no poder, no se quitó su traje y compartió toda su noche. Nada de esas reinitas que lloran y tiran la corona. Ella sabe que el carnaval es alegría y ella lo disfruto al máximo.

Será que yo vivo enamorada de mis sobrinos, que todo en ellos me parece magia. Pienso que los niños son para eso, para enseñarnos a ver su mundo. Cuando un niño es feliz eso se nota. A veces lo rodeamos de tantos NO, que no los dejamos ser niños y van perdiendo esa magia.

Mis sobrinos han tenido la oportunidad de disfrutar su niñez y ahora en su adolescencia, saben que cuenta con nuestro apoyo para su crecimiento y para seguir soñando.

Gracias por la oportunidad de compartir esta experiencia. Seguro paso por acá con otro tema apasionante de familia y a disfrutar de las historias de otros miembros de la comunidad.

Todas las imágenes son de mi álbum digital y editada la portada en Google photos y la app PostLab.

Y como mi idioma es español, usé DeepL para traducir el texto.

I am excited to know that every day new proposals are born where we can explore and share those experiences with all of you who read us. The theme of emotions and family relationships is very important in my life, so if you allow me, this time I bring you a publication based on my favourite time of the year:

Carnival is like me: it is not because I am a walking costume but because it is joy, fun, colourful, carnival is happiness!

But I'm not the only one who has this passion at home, because it's boring to get me and me wet; at home, my nephews and nieces love carnival too! Or, well, they used to love it, because now they grow up and start to say: "that's for children", "what a shame", "I'm not up for that any more"... So, I am left with those moments when the carnival was a ritual of joy in my home and now, I want to share them with you.

In my home we are dancers and we love to party, so linked to the carnival, these are the songs that are on our radio. I have seen children who are bothered by the costumes, who feel hot, who cry, who have the flu and who have colds that wipe off their make-up, in short, so many stories of pain, that there is no point in telling them during carnival. But not these children, these children really enjoy carnival.

They are little brothers. As there are two of them, the costumes and all the gifts always have to be doubled. Moreover, as they were both boys and girls, the costumes could not be recycled. As the carnival is always close to Christmas and the expenses were so high, in order to get their costumes they had to resort to other resources such as borrowing them, or inventing with what they had.

This meant that as my Gabo was chubby and my Fifi was very skinny, the costumes were always too small or too big; and as the saying goes "a gift horse has no fang", they had to make do with what they had. In their innocence they were so, so happy, that it mattered little to them where their costumes came from. The smiles on their faces showed us that we are not happy for what we have, but for what we are worth and they are worth the joy of my life.

Maggy was a different style; she loved costumes that one said: more or less? we have princess or sunflower and she: no I want mariachi.... So, everyone would run to look for the costume ha,ha,ha,ha....

She also enjoyed the carnival, painting herself, sharing and showing off her costumes. She would get into the characters and even sing. Always a spectacle to see her.

She loves carnival (so far). Anything that has to do with make-up, glitter, heels, costumes, call her! One day she was elected queen of her sector where she lives and she made me stay at the carnival (as I was going somewhere else) for her coronation.

Sambas, smiles and even a speech when she was 3 or 4 years old, she practised for that event. She danced her heart out, kept her costume on and shared her night away. None of those little queens who cry and throw their crowns away. She knows that carnival is joy and she enjoyed it to the fullest.

I must be in love with my nephews and nieces, everything about them seems like magic to me. I think that's what children are for, to teach us to see their world. When a child is happy, you can see it. Sometimes we surround them with so many NO's that we don't let them be children and they lose that magic.

My nephews have had the opportunity to enjoy their childhood and now in their adolescence, they know that they can count on our support for their growth and to continue dreaming.

Thank you for the opportunity to share this experience. I will be sure to come back with another exciting family theme and enjoy the stories of other members of the community.

I wish your creators every success and we continue to create for this wonderful platform.

All the images are from my photo book and editing App PostLab.

And as my language is Spanish, I used DeepL to translate the text.