Hola, querido hiver.
El otoño ya pasó su ecuador pese a que en el país donde vivo, España, apenas lo hayamos sentido en cuanto a la meteorología. Por ese motivo, los colectivos de mi barrio han celebrado su tradicional castañada con un poco de retraso respecto a otros años.
Había visto los carteles que la anunciaban para el día de ayer, pero se me había ido de la cabeza por completo. Cuando salí para visitar a mi suegra, me cruzaba todo el camino con familias que tomaban la misma dirección y me extrañó. Al poco de hacer funcionar a mis neuronas, caí en la cuenta de que se trataba de la fiesta otoñal.
La temperatura era más que agradable y la luz brillaba como será raro de ver a partir de ahora, por lo que al emprender el camino de vuelta no pude evitar acercarme al parque para impregnarme del ambiente festivo en busca de un poco de alegría.
Lo primero que me llamó la atención fue un mini gimnasio al aire libre en el que los pequeños y no tan pequeños hacían posiciones de fuerza y equilibrio, acompañados por unos jóvenes que hacían las veces de monitores.
En el tiempo que me detuve a observar y fotografiar la escena pude presenciar una breve exhibición de habilidades por parte de uno de los jóvenes. Sobra decir que los niños le miraban con la boca abierta, y yo también, jeje.
En la plaza que hace las veces de centro neurálgico del parque se disponían varios puestos que recorrí. En el primero tenían información sobre las actividades que realizan los colectivos vecinales, con fotografías incluidas.
Aquí aparecen desde los colegios hasta el centro de salud, pasando por el centro de convivencia de las personas mayores, casa de juventud, asociaciones de vecinos, parroquias… da igual qué edad tengas o qué te guste hacer, es difícil que no encuentres un grupo afín a tus intereses en el que participar.
Lo siguiente eran más puestos dedicados a entretener y enseñar a los niños. En uno tenían que colocar diferentes objetos en una caja clasificándolos según qué tipo de residuo son, en otro les pintaban la cara con bonitos maquillajes de fantasía, en otro hacían un taller de habilidades sociales.
A un lado de la plaza hay un original quiosco con anfiteatro. La música que sonaba animando provenía de allí. Cuando me asomé quedé impresionada por la cantidad de músicos que había. Era una big band que se llama Dubaduband, os dejo el enlace a su canal de YouTube por si os apetece verles en acción.
Aquí me quedé atrapada un buen rato, hasta que terminaron. Lo último que me quedaba por ver estaba al lado del anfiteatro, aunque era lo más sabroso: la señora castañera repartiendo castañas asadas.
Al llegar al parque había una fila bien larga, pero como se estaba acercando la hora de comer, cuando me acerqué no tuve que esperar. La sensación del calor atravesando el papel me recordó tiempos de infancia. Estaban buenas, aunque las prefiero crudas. Para mi gusto pierden mucho sabor al asarlas y además son más difíciles de pelar. Aún así las disfruté.
Hasta aquí la crónica de mi mañana dominical. Nos leemos en los comentarios.
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Realizo mis fotografías con mi móvil iPhone, las edito en el editor de fotos de Mac y con la versión gratuita de la aplicación PicsArt.
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Hello, dear hiver.
Autumn has already passed its halfway point, although in the country where I live, Spain, we have hardly felt it in terms of weather. For this reason, the collectives in my district have celebrated their traditional chestnut festival with a slight delay compared to other years.
I had seen the posters announcing it for yesterday, but it had completely slipped my mind. When I set off to visit my mother-in-law, I passed families all the way in the same direction and it struck me as odd. Soon after I got my neurons working, it dawned on me that it was the autumn festival.
The temperature was more than pleasant and the light was shining as it will be rare to see from now on, so as I made my way back I couldn't help but approach the park to soak up the festive atmosphere in search of a bit of joy.
The first thing that caught my attention was a mini open-air gym in which the little ones and not so little ones were doing strength and balance positions, accompanied by some young people who were acting as monitors.
In the time that I stopped to observe and photograph the scene I was able to witness a brief exhibition of skills by one of the youngsters. Needless to say, the kids were staring open-mouthed, and so was I, hehe.
In the square that serves as the nerve centre of the park there were several stalls that I visited. In the first one they had information about the activities carried out by the neighbourhood groups, including photographs.
Here you could find everything from schools to the health centre, the centre for the elderly, the youth centre, neighbourhood associations, parishes... no matter how old you are or what you like to do, it's hard not to find a group related to your interests in which to participate.
Next were more stalls dedicated to entertaining and teaching the children. In one they had to put different objects in a box and classify them according to what type of waste they are, in another they had to paint their faces with pretty fantasy make-up, in another they did a workshop on social skills.
On one side of the square there is an original kiosk with an amphitheatre. The lively music was coming from there. When I looked out I was impressed by the number of musicians there. It was a big band called Dubaduband, I leave you the link to their YouTube channel in case you want to see them in action.
I was stuck here for a while, until they finished. The last thing I had left to see was next to the amphitheatre, although it was the tastiest: the chestnut lady handing out roasted chestnuts.
When I got to the park there was a long queue, but as it was getting close to lunchtime, I didn't have to wait when I got there. The sensation of the heat coming through the paper reminded me of my childhood. They were good, although I prefer them raw. To my taste they lose a lot of flavour when roasted and they are also more difficult to peel. Even so, I enjoyed them.
So much for the chronicle of my Sunday morning. See you in the comments.
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