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There are different ways of seeing and living love, and one that can happen at some point in life is to coincide with someone who, although over time you determine is not who suits you, you find it difficult to stop being by his or her side.
They are those relationships that resemble the toy called yo-yo, which is an artifact that comes and goes, depending on the impulse of a thread. They are loves that end and come back, always with promises to change but are not fulfilled, and that makes love wear out, and endurance ensues.
They end up being a blow to the low self-esteem of one of the two, or both, because perhaps that emotional dependence is the product of the mistaken thought that makes us believe that there will be no one else in our life.
Although loving without measures and letting yourself be carried away by the feeling leaves you with a feeling of liberation, of surrendering everything and launching yourself into free fall, you always have to give reason a space and weigh the consequences.
It does not mean that at the first time you imagine yourself already at the altar, but to sit down and think if this is what you really want in your life, if you are leaving aside your interests to please, and most importantly: if you are still you or just reflect what the other wants to see in you.
When you enter a relationship reflecting who you are, and respecting your essence, you already mark a point that should be of no return. If not, disagreements will soon begin and temporary ruptures will occur, as one of the two will want to resume the relationship and you may enter the vicious circle of the "yo-yo".
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If you are already inside, then it is important that you self-evaluate and see how necessary that person is in your life, and if not apply the saying "to be alone is better to be in bad company" and take distance.
But there are also other "yoyo" loves, and they are those in which one of the two imposes its vision of how the relationship, life and behavior of the other should be. And it is at this point when the relationship can break or start the vicious circle of ending and starting again.
We must think that if there is something we do not like, from the beginning it is important to express it and talk about it. Thinking that the other will change "for love" is a fantasy that is not always fulfilled.
Being clear with our love expectations, does not take away the romantic aspect at all, on the contrary, you show the other how much love you feel for yourself, and that you are interested in making things work well from the beginning.
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Dragging sadness, grievances and misunderstandings, ends up being a very heavy burden that will affect the relationship at some point, and although it may enter the yo-yo circle, this at some point tends to break as well.
Just as the string of the toy is tightened and no longer able to move it, love also wears out. That is why it is preferable not to play with feelings, always go straight ahead, create realistic expectations and make communication the main basis of any relationship.
Existen diferentes formas de ver y vivir el amor, y una que fpuede pasar en algún momento de la vida es coincidir con alguien que, si bien con el tiempo determinas no es quien te conviene, te resulta difícil dejar de estar a su lado.
Son esas relaciones que parecen el juguete llamado yo-yo, que es un artefacto que va y viene, dependiendo del impulso de un hilo. Son amores que terminan y vuelven, siempre con promesas de cambiar pero no se cumplen, y eso hace que se vaya desgastando el amor, y sobrevenga el aguante.
Terminan siendo un golpe a la baja autoestima de uno de los dos, o de ambos, pues quizás esa dependencia emocional es producto del errado pensamiento que nos hace creer que no habrá nadie más en nuestra vida.
Aunque amar sin medidas y dejarse llevar por el sentimiento te deja una sensación de liberación, de entregar todo y lanzarse en caída libre, siempre hay que darle un espacio a la razón y sopesar las consecuencias.
No significa que a la primera te imagines ya en el altar, pero si sentarse a pensar si realmente es lo que quieres en tu vida, si estás dejando de lado tus intereses por complacer, y lo más importante: si sigues siendo tu o solo reflejas lo que el otro desea ver en ti.
Cuando entras a una relación reflejando quien eres, y respetando tu esencia, ya marcas un punto que debería ser de no retorno. En caso contrario comenzarán en poco tiempo las desavenencias y vendrán las rupturas temporales, pues alguno de los dos querrá retomar la relación y puede que entres en el círculo vicioso del "yo-yo".
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Si ya estás dentro, entonces es importante que te autoevalues y veas cuan necesaria es esa persona en tu vida, y si no es aplicar el dicho de "estar solo que mal acompañado" y tomar distancia.
Pero también hay otros amores "yoyo", y son aquellos en los que alguno de los dos impone su visión de cómo debe ser la relación, la vida y el comportamiento del otro. Y es en este punto cuando puede quebrarse la relación o empezar el círculo vicioso de terminar y recomenzar.
Hay que pensar que si hay algo que no nos gusta, desde el inicio es importante manifestarlo y conversar al respecto. Pensar que el otro cambiará "por amor" es una fantasía que no siempre se cumple.
El estar claros con nuestras expectativas amorosas, no le quita lo romántico en lo absoluto, todo lo contrario, le demuestras al otro cuanto amor sientes por ti mismo/a, y que estás interesado/a en que las cosas funcionen bien desde el principio.
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Arrastrar tristezas, reclamos y malos entendidos, termina siendo una carga muy pesada que afectará a la relación en algún punto, y aunque puede que entre en el círculo del yo-yo, este en algún momento tiende a romperse también.
Así como se tensa la cuerda del juguete y ya no lograr moverlo, el amor también se desgasta. Por eso es preferible no jugar con los sentimientos, ir siempre de frente, crearte expectativas realistas y hacer de la comunicación, la base principal de cualquier relación.