Cada vez que me siento en la terraza de mi casa a tomar el fresco de la noche me quedo adormecida con la brisa tibia que apaciblemente roza mi piel. A lo lejos escucho el ladrar del perro de mi vecino. Una vieja música que acaricia mis oídos. En fin todo esta en paz y en armonía. De repente esa noche todo esta tan agradable, más agradable que de costumbre. Estoy más cómoda que otras veces. Me siento muy feliz con lo maravillosa que es mi ciudad. Una ciudad donde no hay miserias, ni hambre, ni pobres. Donde todos somos iguales y no hay tirrias entre nosotros, sus ciudadanos.

En esta bella ciudad no hay borrachos, ni drogas. Ni tampoco familias y mujeres sufridas. Ni niños abandonados. Es maravillosa mi ciudad, ya que hemos superado estas lacras sociales. Cada quien puede pertenecer a la iglesia de su religión predilecta. Además no hay distinción entre las diferentes razas. Puedes ser blanco, negro, amarillo, ya que todos tenemos los mismos derechos y deberes. Además tampoco hay distinción entre mujeres, hombres, jóvenes, viejos, o de cualquier preferencia sexual. Todos pertenecemos a la integración de un bien mayor y colectivo.

Cuando paseo por mi ciudad veo los suburbios en perfecta armonía con pisos muy luminosos de variados colores. Con música muy relajante. Rodeada de jardines sembrados con hermosas plantas, llenas de espectaculares flores de exquisitos colores. Calles bien pavimentadas. Sin problemas de agua, ni luz. Todos los servicios bien administrados por las autoridades locales, quienes somos nosotros mismos. Además no tenemos problemas financieros, ni de ningún tipo económico. Todo es maravilloso.

En cuanto a la salud todo es perfecto. Con una sola llamada en cinco minutos viene una cuadrilla de médicos con todos los implementos para hacernos un estudio completo en menos de quince minutos. Donde te diagnostican y aplican el tratamiento adecuado para mejorar rápidamente. Sin costos para nosotros y de una excelente calidad. No hay médicos psiquiatras, ni psicólogos, ni trabajadores sociales. En fin un mundo perfecto.