Pruebas de Ingreso en Cuba: ¿un mito?

Desde que se instauraron en el sistema educacional cubano siempre fueron motivo de pánico, independientemente de todos los cambios que han tenido a lo largo de los años. Sin embargo, en la actualidad, para un sistema educativo que busca "perfeccionarse", ¿qué valor tienen las pruebas de ingreso?

En este curso fue mi turno para presentarme a los dichosos exámenes. No quisiera hacer hincapié en todas las lagunas y las faltas a la hora de recibir los conocimientos, ni mentar el tiempo récord en el que terminé el bachillerato debido a los reajustes por la Covid-19. Estos elementos, sumados a la situación actual del país sirvieron para muchos para despreocuparse de las pruebas, no fue así mi caso.

Cuando miré el plan de plazas y me di cuenta de que la carrera por la que optaba sólo tenía 6 cupos (Lengua Inglesa con Segunda Lengua en la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba) la obligación de presentarme era indiscutible. Además, desde pequeños nuestros propios padres, amigos, y la sociedad en general nos dicta que este es un momento decisivo en nuestras vidas. He aquí otro punto que quisiera dejar para el final...

Los tres exámenes estuvieron en extremo fáciles, no es de sorprender que con el paso del tiempo (y la pandemia) el rigor haya bajado mucho. Y no sólo el rigor para hacerlos, sino para calificarlos. En mi examen de matemáticas cometí varios errores y, haciendo un estimado , pensé que tendría unos 89 o 90 puntos. Al final (¿por arte de magia?) saqué 94. Y conozco de varias personas a las que les sucedió lo mismo.

Ya hoy estoy tranquilo con la noticia de que sí pude obtener la carrera a la que aspiraba, pero hoy también soy consciente de que pude haberme ahorrado muchos dolores de cabeza en esa semana.

Un debate actual es qué tan necesarias son las pruebas de ingreso en un país donde estudiar, por no decir vivir, se hace cada vez más difícil. El sistema se ha desmoronado a tal punto que ahora le entrega más gratuidades que nunca a todos. Yo, ante la alerta de que habían solo 6 cupos sí me vi obligado a presentarme. Muchos otros ni siquiera lo hicieron porque está más que anunciado que a todos se les garantizará la entrada a la universidad. Está de más decir de que son poco más de 1000 las plazas para Medicina para Santiago de Cuba en este otorgamiento, y alrededor de 700 para Enfermería, que son las carreras más solicitadas. Sí, yo también quedé sin palabras...

El rumor de que las van a eliminar en cualquier momento persiste, pero por ahora es solo eso, un rumor. Mientras, me gustaría dejar algunos consejos para quienes todavía deban enfrentarse a esta realidad:

• Primero analiza si es necesario enfrentarte a las pruebas de ingreso. Consulta el plan de plazas y estima entre la cantidad de cupos y la demanda si puedes retirarte o no. No obstante, los alumnos que realizan las pruebas de ingreso (incluso si no las aprueban) tienen prioridad en el otorgamiento sobre los que no.

• Las pruebas no definen tu vida, como a muchos nos han hecho creer. En la Universidad puedes cambiar de carrera. En la vida tendrás que cambiar de carrera en algún momento. No te vas a mantener siempre haciendo lo mismo que estudiaste. Lamentablemente, esto es solo una opción (aunque tener un título universitario siempre va a ser preferible para una entrevista de trabajo).

• Ojalá y no te suceda, pero es normal equivocarse en este contexto. Respira y haz lo mejor posible. Durante la preparación, pídele a tus entrenadores que te enseñen mecanismos para ganar puntos, ya que eso siempre te puede salvar.

Y esto es todo por el post de hoy. Como este es un tema algo polémico me gustaría saber sus opiniones, estaré pendiente a cada comentario. Todas las fotos utilizadas en el post son de mi propiedad.

¡Hasta la próxima!

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