En la mañana de hoy navegando por Twitter, me encontré con un escrito de mi amiga @mariale07 que me pareció realmente interesante, donde invitaba a los latinos a publicar en la comunidad Hivefood, algo que es genial, porque en ella se explicaba que este espacio es mucho más que solo recetas de comida, destacando que también era ideal para publicar reseñas de restaurantes, cafeterías, bebidas e incluso cualquier tipo de post relacionado con la comida.
This morning while surfing Twitter, I came across writing from the friend @mariale07 that I found fascinating, where she invited Latinos to publish in the Hive Food community, something that is great, because, in it, she explained that this space is much more than just food recipes, highlighting that it was also ideal to publish reviews of restaurants, coffee, drinks, and even any kind of post related to food.
ESPAÑOL
Eso realmente me fascinó y me atrajo como un imán, dado que como saben soy escritor de relatos de ficción; sin embargo, en muchas ocasiones realicé escritos muy relacionados con comidas y la vida de sus cocineros, donde detallaba famosas preparaciones, así como el ambiente dentro de una cocina profesional, pero les confieso que desconocía lo inclusiva que es esta comunidad y estoy seguro de que muchos de los que hacemos vida en Hive también, simplemente porque pesamos que es solo para cocinar.
Un valor agregado sin duda, es el gran apoyo que se le da a las recetas tradicionales de Latinoamérica, sus costumbres, la cultura y la riqueza gastronomía de habla hispana en general, donde incluso invitan a los amigos de Brasil a participar, eso es simplemente maravilloso.
Como deben suponer yo no soy un cocinero, ni nada por el estilo, pero si tengo un gusto muy acentuado por prepararme comidas sabrosas y rápidas cuando mi esposa no puede, o no quiere hacerlo por algún motivo. Adicional a eso, sé que en estos días estuvo vigente una iniciativa llamada una arepa por la paz, cosa con la que también me identifico irremediablemente, suplicando al cielo todos los días porque se detenga esa terrible guerra que puede traer consecuencias a la humanidad, más aterradoras que cualquiera de los textos que suelo escribir, por los cuales muchos de ustedes me conocen.
Pues bien, hoy quiero compartirles a través de un plato tradicional Venezolano que preparé yo mismo, una pequeña anécdota sentimental que me trae directamente a los recuerdos de mi infancia.
Claro está, si yo quería participar mostrándoles una preparación hecha por mis manos, no podía dejar de incluir por lo menos algo de literatura para acompañarla.
Sucede que cuando era pequeño, mi abuela prácticamente fue quien me crio, porque mi mamá vivía ocupada con su trabajo y cuando llegaba a casa casi siempre yo estaba dormido, eso hizo que tuviera con mi querida abuela una relación muy estrecha que marcó mi memoria, a un nivel tan grande que mis mejores recuerdos, aun hoy a mi mediana edad, son de aquellas tardes que pasaba con esa bondadosa viejita, que me enseñó un millón de cosas y me formó para que fuera el hombre serio y de principios que soy actualmente.
Entre esas enseñanzas que aprendí, está algo que puede sonar gracioso, pero ella siempre me decía, “hijo aprenda a cocinar, para que el día que se pelee con su mujer, no lo dejen sin comer” ¡sabias palabras!, no tienen idea de la cantidad de veces que ha salvado a mi estómago, en los sube y baja normales de cualquier relación, aunque hoy no es el caso.
Así fue como conocí como hacer mis propias arepas, que a pesar de ser un plato sencillo, estoy seguro de que muchos hombres no lo saben cocinar, esta que les traigo el día de hoy tiene un toque especial que le aporta vista, color y por supuesto un sabor ideal, lo diferente, es que están cocinadas a la parrilla, cosa que deja esas rayas tan características marcadas en su piel y le dan el sabor ahumado que sorprende al paladar, entre un sin fin de gustos tradicionales.
Ah, pero el relleno es el detalle que complementa la maravilla de esta preparación salvavidas, se trata de la receta de mi abuela para resolver problemas matrimoniales je je je.
Solo voy a explicar el proceso que realicé paso a paso, porque como aclaré anteriormente, la preparación de recetas de cocina no es un terreno donde sea ducho, pero me comprometo a realizar mi mejor esfuerzo para hacerme entender, acompañándola con las fotos que tomé de cada parte de la preparación.
Ingredientes
Para empezar, necesitas al menos una chuleta de cerdo ahumada, dos cucharadas de aceite y una salsa para pizza o para pastas, de esa que ya vienen prácticamente listas solo para calentar y servir.
Si quieres mejorar el sabor aún más, puedes agregarle cubos de cebolla, pimentón, ají, cebollino y otros aliños, pero en este momento yo no disponía de ninguno de esos condimentos, así que debí conformarme con la salsa de pizza, que igual me aportó un sabor impactante.
Preparación de la arepa.
Tengo dudas de que va primero el agua o la harina, así que prefiero saltarme esa parte. ¿Ustedes qué piensan?
Preparación de la salsa
Corte las chuletas en cuadrados muy pequeños, agregue los condimentos que usted desee o tenga disponible en ese momento, junto con las dos cucharadas de aceite en un sartén con tapa preferiblemente.
Deje sofreír por espacio de unos 10 minutos a fuego lento, o hasta que se vean totalmente dorados con ese brillo especial, que invita a la vista a despertar al paladar de forma inmediata.
Agregue la cantidad de salsa que desee, tape y deje cocinar solo por un par de minutos, hasta que todos los ingredientes se enamoren y se conviertan en una majestuosa preparación digna de reyes, recuerde estar atento para que la salsa no se seque, ese es el secreto de la magia.
Sirva bien caliente en una arepa con mucha mantequilla, olvídese de la dieta en este momento, créame mientras más mantequilla el sabor estará más cerca del cielo.
Disfrute, viva y sonría mientras come, cuando termine su arepa ya no recordará porque se peleó con su esposa (risas) así que dele a probar a ella también para que todo se olvide.
ENGLISH
My grandma's recipe to solve marital problems
That really fascinated me and attracted me like a magnet, since as you know I am a writer of fiction stories; however, on many occasions, I wrote about food and the life of its cooks, where I detailed famous preparations, as well as the atmosphere inside a professional kitchen, but I confess that I was unaware of how inclusive this community is, and I am sure that many of us who make life in Hive is too, simply because we think it is just for cooking.
An added value without a doubt is the great support given to the traditional recipes of Latin America, its customs, culture, and rich Spanish-speaking gastronomy in general, where they even invite friends from Brazil to participate, that's just wonderful.
As you may guess I am not a cook or anything like that, but I do have a very strong taste for preparing tasty and quick meals when my wife can't, or doesn't want to for some reason. In addition to that, I know that these days an initiative called an arepa for peace was in force, something with which I also identify myself irremediably, praying to heaven every day to stop this terrible war that can bring consequences to humanity, more terrifying than any of the texts that I usually write, for which many of you know me.
Well, today I want to share with you a traditional Venezuelan dish that I prepared myself, a small sentimental anecdote that brings me directly to the memories of my childhood.
Of course, if I wanted to participate by showing you a preparation made with my own hands, I could not fail to include at least some literature to accompany it.
It happens that when I was little, my grandmother was practically the one who raised me, because my mother was busy with her work and when she came home I was almost always asleep, that made me have a very close relationship with my beloved grandmother that marked my memory, to such a great extent that my best memories, even today at my middle age, are of those evenings I spent with that kind old lady, who taught me a million things and formed me to be the serious and principled man I am today.
Among those lessons I learned, is something that may sound funny, but she always told me, "son, learn to cook, so that the day you fight with your wife, you won't be left without food", wise words, you have no idea how many times she has saved my stomach, in the normal ups and downs of any relationship, although today is not the case.
That's how I learned how to make my own arepas, which despite being a simple dish, I'm sure that many men do not know how to cook, this one that I bring you today has a special touch that brings sight, color, and of course an ideal flavor, the different thing is that they are cooked on the grill, which leaves those characteristic stripes marked on the skin and give the smoky flavor that surprises the palate, among a myriad of traditional tastes.
Ah, but the filling is the detail that complements the wonder of this life-saving preparation, it is my grandmother's recipe to solve marital problems heh heh heh.
I am only going to explain the process I did step by step because as I said before, the preparation of recipes is not a field where I am an expert, but I promise to do my best to make myself understood, accompanying it with the photos I took of each part of the preparation.
Ingredients
To start, you need at least one smoked pork chop, two tablespoons of oil, and a pizza or pasta sauce, the kind that comes practically ready to heat and serve.
If you want to improve the flavor, even more, you can add onion cubes, paprika, chili, chives, and other seasonings, but at this moment I didn't have any of those condiments, so I had to make do with the pizza sauce, which still gave me an impressive flavor.
Preparation of the arepa
I'm not sure which comes first, the water or the flour, so I'd rather skip that part. What do you think?
Preparation of the sauce
Cut the chops into very small squares, and add the seasonings you want or have available at that moment, along with the two tablespoons of oil in a frying pan with a lid preferably.
Let them sauté for about 10 minutes over low heat, or until they are completely golden brown with that special shine, which invites the eye to wake up the palate immediately.
Add the amount of sauce you want, cover, and let it cook for a couple of minutes until all the ingredients fall in love and become a majestic preparation worthy of kings, remember to be attentive so that the sauce does not dry, that is the secret of the magic.
Serve it hot in an arepa with lots of butter, forget about diet at this moment, believe me, the more butter the taste will be closer to heaven.
Enjoy, live, and smile while you eat, when you finish your arepa you won't remember why you fought with your wife (laughs) so give her a taste too, so everything will be forgotten.
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Gracias por leer.
La Investigación, Redacción e Historia es contenido original de calidad creado por @susurrodmisterio para HIVE.
Esta historia es ficticia y no representa a nadie en particular.
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Thank you for reading
This is an Original Story written by @susurrodelmisterio for Hive.
Although based on real events, this story is fictional and does not represent anyone in particular.
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