Muy buen día comunidad de Literatos
Esta es mi participación en Hispaliterario / Personaje desconocido [Esp. / Eng.], en la que crearemos una historia relacionada a una experiencia, la cual podrán ver en el post del concurso aquí.
Very good day literary community
This is my participation in Hispaliterario / Unknown character [Eng. / Eng.], in which we will create a story related to an experience, which you can see in the post of the contest here.
Español
Había una vez un niño que se encontraba jugando en un campo mientras sus padres disfrutaban de un picnic bajo la sombra de un frondoso árbol. El pequeño contemplaba el cielo azul, observando cada estrella que lo adornaba y dándoles nombres infantiles, como "estrella saltarina" o "estrella sonriente". Sin embargo, algo llamó su atención.
A lo lejos, el niño miro una rama que pareció curiosa. Se acercó a ella y con mucha ternura le dijo: "A de ser triste no ver ni hablar". La rama no dijo nada, pero el niño sintió una extraña conexión con ella y decidió dibujarle una boca y unos ojos para que pudiera hablar y ver.
El niño se alejó de la rama y regresó con sus padres para seguir disfrutando del día, pero la rama no se movió. Permaneció allí, inmóvil, hasta que, después de un tiempo, despertó de su sueño que tal vez había durado años. Abrió sus ojos y pudo ver un enorme cielo estrellado, una constelación y luces parpadeantes.
La rama se sorprendió de que podía ver y hablar. Miró a su alrededor y no encontró al niño, pero pensó que tal vez volvería. así que comenzó a cantar poemas al cielo, día y noche, para relatar la belleza de lo que veía y talvez ese niño la oyera algún día.
Desde ese día, la rama nunca más se sintió vacía. Tenía un propósito y se sentía más viva que nunca. A través de sus ojos y su voz, el cielo se hizo aún más hermoso y fascinante. Y así, la rama continuó cantando y maravillándose con cada estrella y cada luz que se cruzaba en su camino.
Los días pasaron y el niño nunca volvió al campo, pero la rama siguió cantando y hablando. Los animales y las plantas se acercaban a ella para escuchar sus poemas, y la rama se convirtió en la voz del campo. Todo el mundo sabía que si querían conocer la belleza del cielo, solo tenían que acercarse a la rama que podía ver y hablar.
Y así, la rama vivió feliz, rodeada de espectadores y contando las maravillas del cielo. A veces, el niño recordaba ese día en el campo y sonreía, recordando ese hermoso cielo. Y aunque nunca supo que su dibujo le había dado vida, la rama nunca lo olvidó y siempre le estuvo agradecida por haberla ayudado a ver la belleza del mundo.
English
Once upon a time there was a boy who was playing in a field while his parents enjoyed a picnic under the shade of a leafy tree. The little boy gazed up at the blue sky, observing each star that adorned it and giving them childish names, such as "jumping star" or "smiling star." However, something caught his eye.
In the distance, the boy looked at a branch that seemed curious. He approached her and very tenderly said: "It must be sad not to see or speak." The branch didn't say anything, but the boy felt a strange connection with it and decided to draw a mouth and eyes for it so it could speak and see.
The boy moved away from the branch and returned to his parents to continue enjoying the day, but the branch did not move. He remained there, motionless, until, after a while, he awoke from his sleep that had perhaps lasted for years. He opened his eyes and could see a huge starry sky, a constellation and twinkling lights.
The branch was surprised that it could see and speak. He looked around and did not find the boy, but he thought that perhaps he would return. so he began to sing poems to the sky, day and night, to relate the beauty of what he saw and maybe that child would hear it one day.
Since that day, the branch never felt empty again. She had a purpose and she felt more alive than ever. Through her eyes and her voice, the sky became even more beautiful and fascinating. And so, the branch continued to sing and marvel at each star and each light that crossed its path.
The days passed and the child never returned to the field, but the branch kept singing and talking. Animals and plants came to her to listen to her poems, and the branch became the voice of the field. Everyone knew that if they wanted to see the beauty of the sky, they just had to get close to the branch that could see and speak.
And so, the branch lived happily, surrounded by spectators and counting the wonders of heaven. Sometimes the boy remembered that day in the field and smiled, remembering that beautiful sky. And although she never knew that her drawing had given her life, the branch never forgot it and was always grateful to her for helping her see the beauty of the world.
Sin nada más que contar feliz dia a todos y que un X10 llegue a sus vidas
With nothing more to say, happy day to all and that an X10 comes into your lives