¿Administrar Emociones?
La administración, es hacer que las acciones ocurran por medio de las personas para obtener los mejores resultados en el trabajo de equipo, esto ha sido una premisa desde el origen de los primeros grupos humanos que se han organizado con un propósito en común. La administración es el orden de la inteligencia multidisciplinaria, que funciona como un arquitecto del pensamiento colectivo respondiendo sus emociones, a las leyes de la naturaleza y al servicio de la sociedad; es dentro de este mismo orden conceptual, que la administración se define de diversas maneras y todas encuentran su respectiva validez y confiabilidad, aceptando que la administración es la capacidad para alcanzar los propósitos en las organizaciones sean públicas, privadas o virtuales, mediante el esfuerzo de las personas que participan. Dentro de la praxis administrativa, la comunicación expresa las diferentes emociones e ideas de un individuo particular y entre personas para enunciar e identificar un mensaje.
La Inteligencia Emocional y la Comunicación
Comunicar de forma emocional, implica tener claro qué emociones estamos sintiendo y saber transmitirlas a nuestro público, ya sea una audiencia multitudinaria o una única persona que está pendiente de lo que decimos para evaluar el canal de transmisión. Una una excelente comunicación asertiva en las ciencias sociales requieren de un gerente con visión, experiencia y conocimientos en el campo laboral, que le permita asumir sus responsabilidades en la ecuanimidad del ser, para saber hacer práctico y asertivo los conocimientos adquiridos; mediante la construcción y acción transformadora de libre expresión, donde se propicie el aprendizaje colaborativo y el respeto por la diversidad, vinculándose como ser individual en el desarrollo de propuestas, programas, proyectos y aportes que contribuyan significativamente a la sociedad. El gerente partiendo de ideas que son expresadas desde un gesto, una palabra, una emoción y sus acciones, puede lograr comunicar las más grandes obras realizadas en todos los campos de estudio que han acompañado la evolución de la humanidad, donde la misión administrativa del orden y control, está presente en todos los fenómenos de la sociedad, siendo determinante en el éxito y el desarrollo de cualquier forma de organización según su personalidad jurídica.Se interpreta que la capacidad de autocontrol afectivo, es una competencia fundamental en los directivos y base esencial del liderazgo. En este sentido, el mundo empresarial no ha sido ajeno a estas tendencias y ha encontrado en la inteligencia emocional una cualidad del gerente para comprender la comunicación asertiva de las personas, el éxito de las empresas, los requerimientos del liderazgo y la prevención de los desastres corporativos. El término contemporáneo asociado, es neuroemociones. Al respecto, cabe destacar que en esencia, toda emoción constituye un impulso que nos moviliza a la acción, por ello, no hay que sorprenderse si en muchas ocasiones, frente a los complejos retos que presenta el mundo contemporáneo, en la organización, las personas respondamos instintivamente con recursos emocionales adaptados a las necesidades.
El pensamiento, la reflexión sobre los sentimientos y emociones, la comprensión de símbolos, el arte, la cultura y la civilización encuentran su origen en este esponjoso reducto de tejidos neuronales. En relación con la comunicación asertiva, es sabido que nuestras emociones y sentimientos afectan a nuestro estado físico y nos producen diversas alteraciones en función de cómo vivimos los acontecimientos diarios; reprimimos nuestras auténticas emociones y sentimientos, por miedos, tabús, por educación, por conveniencia social, por creencias familiares, por educación religiosa, por estabilidad laboral, económica, o simplemente por timidez.
Actualmente, las expresiones contemporáneas incluyen escenarios donde aún se práctica la ecuanimidad, entrenando a la parte de la mente que conoce, percibe, recuerda, siente, reacciona; mediante la observación de las sensaciones, la sensación es la causa del deseo que se convierte en apego, la sensación entra en contacto con los sentidos y esta combinación de mente y materia resultará en consecuencias emocionales diferentes, lo que diferencia a cada individuo es la forma de cómo reacciona.
“Todas las sensaciones deben resultar en sabiduría”
En este sentido, una persona que carece de control sobre sus emociones negativas podrá ser víctima de un arrebato emocional que le impida concentrarse, recordar, aprender y tomar decisiones con claridad, el precio que puede llegar a pagar una empresa por la baja inteligencia emocional de su personal es tan elevado, que fácilmente podría llevarla a la quiebra; el tiempo de los jefes neuróticos y manipuladores, que confundían la empresa con un campo de concentración, ha pasado a la historia. Es por ello que, la nueva sociedad requiere otro tipo de gerente, cuyo liderazgo no radique en su capacidad para controlar y someter a los otros, sino en su habilidad para persuadirlos a través de una asertiva comunicación, encauzando la colaboración de todos hacia unos propósitos comunes.
Los gerentes y líderes contemporáneos , deben saber que es mediante la confianza de sí mismos como individuos, que pueden desarrollar la inteligencia emocional para comprender a otras personas dentro de un clima laboral organizativo y transmitirles la confianza para que sean partícipes ejerciendo su rol en la construcción de la sociedad.
Esta reflexión que les comparto desde mi sentir, espero sirva de aporte para observar con optimismo estos tiempos de humanidad virtual.
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