Las ideologías "el opio de los pueblos"

[ESP] Las ideologías “el opio de las mentes”
/ [ENG]

[ESP] Las ideologías “el opio de las mentes”


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Curiosidades.info
Fuente: ¿Cuándo las ideologías pueden generar fanatismo?
http://curiosidades.info/ideologias-pueden-generar-fanatismo

      Marx estaba equivocado cuando afirmó que la religión es el opio de los pueblos, contemporáneamente ha quedado bien claro que las ideologías son el opio de las mentes, y por ende de los pueblos, pues habitúan a no pensar, pero, lo que es peor, son también máquinas de guerra destinadas a agredir y silenciar el pensamiento ajeno.

      Las ideologías se expresan como una guerra de palabras, y más en concreto como una guerra entre los ‘epítetos buenos’ que el ideólogo se asigna a sí mismo tales como patriota, defensor del pueblo o su representante, etc., y los ‘epítetos malos’, descalificadores y despectivos que se atribuyen a quien no coincide con él. La conocida frase ‘Quien no está conmigo está contra mí’, si bien es originalmente atribuida a Jesucristo –Mateo 12:30, también, con cierta variación, la repitió Stalin en 1920 y ha sido utilizada por dictadores y, lamentablemente también por demócratas -recuérdese la falaz opinión de George W. Bush en 2001: "O estás con nosotros o estás con los terroristas"- para llamar a sus enemigos, adversarios o simples oponentes, según los casos, como fascistas, reaccionarios, capitalistas, elitistas, racistas, etc. La lista de palabras es larga y todos las recordamos u oímos a diario en boca de los actuales gobernantes en Venezuela.

      Antes, en las precedentes “repúblicas”, si alguien le decía a otra persona “eres un asno”, el aludido estaba en su derecho de preguntar las razones para que se le llamara así, y había que explicarle qué se quería decir con ‘asno’. Para los ideólogos de turno ya no es así, el epíteto sustituye al argumento. La descalificación ideológica es gratuita, no debe ser explicada, no necesita estar motivada. Las ideologías proporcionan una certeza absoluta, y, por lo tanto, no requieren de una prueba, no presuponen una demostración.

      La ideología rige la relación con la realidad en los regímenes totalitarios. El totalitarismo se aleja de la experiencia ordinaria, que hace posible la adecuación del pensamiento con la realidad; en el totalitarismo basta el pensamiento porque la realidad se construye o se ve según los anteojos ideológicos que se carguen encima. Orwell en su famosa obra Rebelión en la granja describe, en forma genial, esta contradicción: “Si el partido termina anunciando que dos más dos son cinco es necesario creerlo. Y era menester que, tarde o temprano, el seguidor repitiera, cual loro, esa declaración. La lógica de su posición lo exigía. No era solamente la validez de la experiencia sino la existencia misma de una realidad exterior que era tácitamente negada por esta filosofía. La herejía de las herejías era el sentido común” (traducción libre y un tanto alterada con lo del “loro”).


[ENG] Ideologies "the opium of minds"


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> Curiosidades.info
Fuente: ¿Cuándo las ideologías pueden generar fanatismo?
http://curiosidades.info/ideologias-pueden-generar-fanatismo

      Marx was wrong when he affirmed that religion is the opium of the peoples, at the same time it has become very clear that ideologies are the opium of the minds, and therefore of the peoples, since they habituate not to think, but, what is worse, they are also war machines destined to attack and silence the thoughts of others.

      Ideologies are expressed as a war of words, and more specifically as a war between the 'good epithets' that the ideologue assigns to himself such as patriot, defender of the people or his representative, etc., and the' bad epithets ', disqualifying and derogatory that are attributed to who does not agree with him. The well-known phrase 'Who is not with me is against me', although it is originally attributed to Jesus Christ - Matthew 12:30, also, with some variation, was repeated by Stalin in 1920 and has been used by dictators and, unfortunately also by democrats - remember the fallacious opinion of George W. Bush in 2001: "Either you are with us or you are with the terrorists" - to call your enemies, adversaries or simple opponents, depending on the case, as fascists, reactionaries, capitalists, elitists, racists, etc. The list of words is long and we all remember or hear them daily from the current rulers in Venezuela.

      Before, in the preceding “republics”, if someone said to another person “you are a “donkey”, the person in question had the right to ask the reasons for being called that, and it was necessary to explain what was meant by “donkey”. For the ideologues on duty, this is no longer the case, the epithet replaces the argument. Ideological disqualification is gratuitous, it should not be explained, it does not need to be motivated. Ideologies provide absolute certainty, and therefore do not require proof, they do not presuppose proof.

      Ideology governs the relationship with reality in totalitarian regimes. Totalitarianism moves away from ordinary experience, which makes possible the adaptation of thought with reality; In totalitarianism, thought is enough because reality is constructed or seen according to the ideological glasses that are loaded on it. Orwell in his famous work Rebellion on the Farm describes, in a brilliant way, this contradiction: “If the party ends up announcing that two plus two equals five, it is necessary to believe it. And it was necessary that, sooner or later, the follower repeated, like a parrot, that statement. The logic of his position required it. It was not only the validity of the experience but the very existence of an external reality that was tacitly denied by this philosophy. The heresy of heresies was common sense "(free translation and somewhat altered with the" parrot ").

Autor, Author: @besamu

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