Las fotografías donde dejamos documentados momentos de nuestras vidas junto a personas que nos acompañan. Generalmente están impresas en un álbum de fotos, en un portarretrato o como sucede hoy en día con la tecnología que nos arropó y guardamos en nuestros equipos o dispositivos cada una de nuestras fotos que tomamos casi a diario.

Comparado con el pasado ahora tenemos millones de fotos, pero digitales y escasas en físico o en papel, el tiempo avanzo y con él los cambios que cada uno de nosotros le dará sus ventajas o desventajas.

Algo que considero realmente hermoso es la oportunidad de poder regresar en el tiempo a través de fotografías que reflejan momentos ya vividos, y que al recordarlos nos hacen vivir de nuevo. Por eso es muy grato para mí utilizar la modalidad que surgió desde hace ya bastante tiempo de #TBT que se realiza los jueves de volver al pasado, en mi caso particular lo hago siempre en mis distintas redes sociales con fotos de mis hijas.

Es tan enternecedor cuando observas una foto de ellas recién nacida y las comparas con lo grande que están hoy, porque crecieron. Pero es inevitable sentir esa misma ternura y felicidad que cuando las tuve en mis brazos por primera vez, por ejemplo donde en mi mundo no existía ningún otro momento más que ese, donde para mí nada más sucedía a mi alrededor. Es como una película de nuestras vidas que disfrutamos al máximo porque aparte de recordar vuelves a vivir el momento.

Hoy les presento unas fotografías de mis hijas Victoria y Sofía que titule travesuras, porque así las visualizo yo como mamá donde ellas denotan diversión, entretenimiento, descubrimiento y libertad. Si es mi descripción, tal vez para muchos exagerados y profunda, pero así vuelvo yo a sentir y disfrutar el hecho de encontrar estas fotos de mis pequeñas traviesas.

Victoria mi primera hija que andaba conmigo para todas partes, en cierta forma trataba siempre de imitarme como cuando me veía hablando por teléfono ella agarraba su celular de juguetes y se ponía a hablar también. Lo mismo hacía cuando yo sacaba mi estuche de maquillaje o simplemente un labial para pintarme, pues ella inmediatamente tomaba mis cosas y empezaba a pintarse los labios o colocarse rubor.

Allí en ese instante solo había para nosotros una travesura de verdad muy graciosa, que su papá fotografió sin pensarlo y por eso al pasar el tiempo la volvemos a ver y a recordar con mucha emoción y lo mejor de todo la compartimos con Victoria que ahora tiene 13 años.

Otro momento que pueden ver en la siguiente foto es ya con su hermanita Sofía, las sorprendimos en su cuarto. Con vestido, coronas, tacones y carteras de princesas mientras Victoria le pintaba la boca y ella se quedaba quieta con una complicidad que por supuesto fue inevitable no perder la oportunidad de fotografiar ese momento.

Les aclaro que para ese entonces no contaba con teléfonos tan modernos y por eso lamentablemente carecen de nitidez las fotos, Pero para nosotros valen demasiados estos recuerdos maravillosos de nuestras hijas y con este #TBT podemos volver al pasado.

Porque recordar es vivir.

Todas las fotos son de mi propiedad tomada con mi celular.