Muerte en el muelle
Lerdo y taciturno caminó el anciano a quien los años le habían arrebatado sus fuerzas y sus sueños. Arrastrando sus pies llegó al pequeño muelle, se sentó, miró fijamente al mar y después de un largo suspiro la extraña sonrisa de la muerte se dibujó en su rostro.
Este cuento es de mi autoría para participar en el 1er Concurso de Cuentoproto. Si quieres participar o leer otros cuentos puedes hacerlo aquí.