Sombras que producen el destello de luces tenues,
alzar la mano y contemplar,
el bosque oscuro que se despereza
de entre la maleza muerta.
Sobrevivir sin comprender la normalidad
a base de extraños usos,
pertrechar ideas nefastas
mientras consumes deidades impostadas.
Navegar por la crecida tormenta,
emociones rotas que produce tu mirada,
tu deseo contra la pared
gritando... ¡Silencio!
Volver a orígenes chinescos,
juegos de infancia en los albores
del amanecer,
esperando la llamada cotidiana.
Fotografía de mi autoría.