Las guerras de los demás

En mis días de bachillerato, era uno de esos chicos que asistía al colegio de vez en cuando y tenía al grupo de amigos que se metían con todos, criticando sus atuendos, sus calzados. No iba exactamente a hacer tareas, veía el colegio como aburrido, no sé porqué en ese momento era tan rebelde. En el salón de clases, había una chica que nos parecía extraña a mis amigos y a mí, nunca hablaba, siempre se sentaba sola, no tenía grupo y a veces iba casi que dormida al colegio.

Se llamaba Emily, a uno de mis amigos le gustaba y quería acercarse a ella, sólo que nosotros la fastidiábamos, diciéndole "la niña rara", él siempre la defendía y decía que había algo especial en ella, pero los demás encontraban razones para burlarse, por su cabello alborotado, sus zapatos sucios y lo poco sociable que era. Aunque sinceramente siendo ella, nunca hubiera interactuado con nosotros o dirigirnos la palabra. Sabía que cualquier cosa que dijera podía ser usado en su contra.

Al pasar el tiempo, seguíamos con los mismo, burlándonos de ella y el tonto de mi amigo súper enamorado. Un día lluvioso de escuela, Emily faltó y todos pensamos que había sido por la tormenta. Continuó sin ir al colegio y nos preguntábamos qué le había pasado, los profesores no sabía nada, así que hicimos un grupo y fuimos a visitarla a su casa en la tarde.

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Al llegar a su casa, estaba todo el patio lleno de hojas, como si nadie viviera ahí, tocamos la puerta y salió ella llorando. Quedamos totalmente paralizados, mi amigo le preguntó ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué no has ido al colegio? Luego, yo pregunté ¿Has estado bien? Ella sólo nos miró, sin darnos ninguna respuesta, cerró la puerta.

Al salir de su casa, su vecina nos llamó y nos preguntó ¿Ustedes son amigos de Emily? Nos miramos todos y respondí, "Sí, señora, ¿por qué?" La señora muy amablemente nos contó que Emily había perdido a su papá, su mamá estaba enferma, tenía que trabajar y estudiar a la vez. A veces su vecina le limpiaba el frente de su casa para ayudarla un poco pero nunca pudo acercarse a ella. Ese día nos fuimos tristes y preocupados, desde ese momento nos dimos cuenta de porqué ella era así, porqué faltaba tanto a clases y lo despistada que era. Nosotros sólo veíamos lo superficial, lo que creíamos que era y resultaba ser peor de lo que pensábamos.

Nunca sabemos las guerras que pasan constantemente los demás, seamos amables.

Agradecido con Hive Blog por permitirme compartir mis relatos