Esta patología ocurre en los embarazos gemelares cuando uno de los fetos muere dentro del útero materno y esta asociada mayormente a embarazo gemelares monocigóticos (donde ambos fetos comparten una sola placenta).
En los casos de muerte de uno de los fetos ocurrida antes del primer trimestre (antes de las 14 semanas de gestación), este feto se reabsorbe, es decir el feto fallecido desaparece; este tipo de feto es denominado feto evanescente. Esta patología puede generar problemas entre familiares y el medico tratante debido a que literalmente el otro feto deja de existir, desaparece y puede asociarse a error medico, sobretodo cuando el siguiente ecosonograma es realizado por otro especialista.
Cuando la muerte fetal ocurre en el segundo trimestre (desde la semana 14 a la semana 28) se produce una desecación de los tejidos por la presencia de cartílagos y huesos produciendo el llamado feto papiraceo o feto momificado
Existe el riesgo en los fetos monocigóticos de al morir uno de ellos, el feto fallecido envíe a través de la circulación émbolos hacia el feto sano produciendo la muerte de otro; puede presentarse también el caso en el cual el feto sano actúe como feto bomba hacia el feto muerto, lo que conlleva a una insuficiencia cardiaca del feto sano generando a la larga su muerte si no se corrige la comunicación vascular entre ambos. Cuando estas complicaciones por comunicaciones vasculares no se presentan el feto vivo permanece sin alteración durante todo el embarazo logrando culminar la gestación con éxito y observando al extraerlos el otro feto momificado
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