Bajo la supervisión de discursos repugnantes.
Siente mis cálidas palmas,
Pegasus alado llega de la nada,
Conducir perezoso como un encorvado de los hombros!
Bajo la supervisión de discursos repugnantes.
Siente mis cálidas palmas,
Pegasus alado llega de la nada,
Conducir perezoso como un encorvado de los hombros!