Esas puertas que no se limitan a ser una puerta sin más, sino que imponen, tanto que te piensas dos veces si llamar o esperar a que alguien salga sin más.
Esas aldabas que impresionan, que son auténticas obras de arte. Aldabas forjadas en hierro que tienen horas de trabajo y que le dan personalidad a esas puertas que no pasan desapercibidas.