Crónicas de lo cotidiano 113: "¿Vivimos o sobrevivimos los días?", por bonzopoe

Hace una semana que no publico, y no es porque no quiera, sino porque simplemente no he podido. Hay un evento en la universidad en la que laboro, y al ser parte de la administración, el trabajo me ha absorbido por completo, trabajando 12 horas o más por día.

La realidad es que lo hago con gusto, es un evento que diseñamos una vez al año para los alumnos, y es muy satisfactorio, pero la logística es de lo más demandante. Y esto me ha hecho pensar en como sería mi vida si todos mis días fueran así. Que desde que despertara tuviera cosas que hacer y no pudiera parar hasta tarde en la noche, realmente cansado y sin tiempo para nada más, como han sido mis días de esta semana.

Y me lo he preguntado porque tengo la fortuna de que mis días por lo regular no son así, pero se que para muchos otros si lo son. Y me pregunto, ¿eso es vivir, o es sobrevivir? Porque vivir creo que no se limita a respirar y pasar por los días, sino a disfrutar de la vida, pero ¿Cómo se puede disfrutar de la vida cuando literalmente el tiempo no te alcanza?, ¿Cuándo tienes que trabajar todo el día y no te alcanza para lo básico, o cuando otros factores, incluida la familia, no te dejan tiempo libre para nada?

Conozco de primera mano historias de personas que por cuidar a un familiar se enferman, o envejecen prematuramente. De gente que es esclava del trabajo, voluntaria o involuntariamente, de gente con adicciones que evade la vida como puede y se crea su propio mundo. ¿Eso es vivir? La verdad no me atrevo a aventurar un respuesta definitiva, pero creo que por lo menos en algunos casos, no.

Todos tenemos obligaciones y responsabilidades para con nosotros y quienes nos rodean, pero cuando el tiempo escasea, curiosamente lo primero que sacrificamos es nuestro propio tiempo, y no el que dedicamos a los demás. Dejamos de comer bien, o de pasar tiempo con la familia, para tener listos los reportes de la empresa, o lo que sea que nos absorba las horas de los días.

Están, por dar un ejemplo, los casos dramáticos de las empleadas domésticas, las mujeres que hacen la limpieza, cocinan, e incluso cuidan a los hijos de sus patrones, en vez de hacerlo con los propios, que quedan a cargo de las abuelas, tías y familiares cercanos, por lo general mujeres. Bien dicen que no hay nada más valioso que el tiempo, y lo que hacemos con el, y este caso es por demás paradójico.

Creo que sin importar nuestras circunstancias es importante vivir nuestros días y no solo sobrevivir a ellos, y esto implica un esfuerzo consciente de nuestra parte para lograrlo. Lograr estar en equilibrio, o cierto estado de equilibrio no es sencillo, y puede requerir trabajo.

Forzarnos a sacar tiempo de donde podamos para hacer cosas que nos hagan más llevadera la vida es importante. Y esto no implica necesariamente grandes cosas, como irse de viaje, por ejemplo, sino cuestiones más sencillas y cotidianas, que pueden ir desde darse un rico baño sin presiones de tiempo y/o encontrar tiempo para leer acompañados de un buen café, a reunirse con la familia y/o los amigos. Pequeñas cosas de todos los días que muchas veces no valoramos lo suficiente.

Sin embargo todas estas cosas, aún las más sencillas y/o pequeñas, no se van a lograr ni dar solas, hay que trabajar por ellas, hay que planearlas, e incluso en ocasiones luchar por ellas. Yo ahora escribo esto en un tiempo libre rodeado de gente que va y viene, con interrupciones constantes de alumnos, invitados y docentes, pero es el único tiempo que tengo para poder sentarme a escribir un rato, algo que aún estas circunstancias, me relaja y me hace bien.

Cada uno tiene que librar sus propias batallas, pero tiene que hacerlo con el mejor armamento que pueda, no podemos ir a esa guerra del día a día como sea porque tenemos las de perder. Antes de que nos demos cuenta ya será de noche y nos daremos cuenta de que el día pasó por nosotros, pero nosotros no pasamos por el día, no lo vivimos, solo sobrevivimos a él.

Yo tengo una frase personal que uso mucho, y es la siguiente: "Solo me tengo a mi mismo, y a veces me traiciono", y en ella lo importante no es la soledad, que es lo primero en que suelen fijarse mucho al escucharla, sino la parte de la traición, en como muchas veces nos traicionamos a nosotros mismos sin darnos cuenta.

Y es que somos expertos en tratarnos mal, en recriminarnos cosas, en no cuidarnos, y esa es una forma de traición, una sutil aunque a veces no tanto. La frase se refiere a que si nosotros no cuidamos de nosotros, nadie lo va a hacer, o si queremos ser menos duros, nadie está obligado a hacerlo.

Querámonos más. Cuidémonos más. Tratémonos mejor, y esforcémonos por vivir en vez de sobrevivir. Puede que no siempre sea sencillo, pero solo tenemos una vida y hay que tratar de sacarle el máximo provecho posible. Muchas gracias por leerme, y hasta la próxima.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.